La medición de la presión arterial es el procedimiento más común en la práctica clínica. Sin embargo, a pesar de intensos esfuerzos a nivel mundial a lo largo de varias décadas, la medición precisa de la presión arterial continúa siendo en general un problema de salud pública no resuelto, donde la mala metodología y los dispositivos imprecisos con frecuencia son responsables de errores en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes hipertensos.